Argamasilla de Calatrava celebró el pasado lunes 3 de febrero la festividad de San Blas con una gran afluencia de vecinos y visitantes, superando las expectativas a pesar de coincidir en día laborable. La jornada, que contó con la presencia de las autoridades locales, estuvo marcada por la devoción, la tradición y el esfuerzo de la Hermandad de San Blas para mantener viva esta celebración.

El alcalde Jesús Ruiz destacó la importancia de estas festividades en la identidad del municipio: “San Blas es una parte fundamental de nuestra historia y nuestras costumbres. Es emocionante ver cómo la localidad se une para preservar estas tradiciones que nos definen como pueblo”.
Por su parte, Eustaquio Solís, presidente de la Hermandad de San Blas, recordó los orígenes históricos del enclave donde hoy se celebra la festividad: “Esto era una mezquita en tiempos de la dominación musulmana. Tras la conquista de Ciudad Real por Alfonso X el Sabio, pasó a ser una capilla hospital y, más tarde, iglesia dedicada a la Virgen del Rosario y a San Blas”.

A pesar de los cambios sufridos en el entorno, la devoción al santo ha perdurado a lo largo de los años. En los años 60, la antigua iglesia fue derruida para construir un colegio, pero se conservó una pequeña capilla donde hoy se venera la imagen de San Blas. Desde entonces, la celebración ha ido creciendo y consolidándose gracias al esfuerzo de la comunidad.
Solís recordó que la festividad tuvo sus raíces en la iniciativa de un grupo de mujeres del barrio, que comenzaron organizando la tradicional hoguera y la bendición de las rosquillas. Con el tiempo, la hermandad se formalizó con estatutos y hoy en día sigue sumando hitos, como la restauración de la imagen del santo, la recuperación de una carroza y la incorporación de un Cristo Nazareno donado este año.

Las cifras de esta edición reflejan el arraigo de la festividad: se distribuyeron 110 docenas de rosquillas y se vendieron 150 panes, en un ambiente festivo que incluyó un triduo religioso, la procesión y la bendición. La hermandad reconoce el apoyo clave del sacerdote y del Ayuntamiento para mantener viva esta tradición.
Solís concluyó reafirmando el compromiso de la hermandad con la continuidad de esta celebración: “En un mundo cada vez más laico, depende de nosotros seguir manteniendo las tradiciones de nuestro pueblo”.
Vídeo, fotografías y texto por David Gil
