El 3 de febrero, Argamasilla de Calatrava vivió una vibrante celebración en honor a San Blas, patrono venerado tradicionalmente como el «Abogado contra los males de garganta». La jornada incluyó una misa en su honor y una solemne procesión que recorrió las calles de la localidad desde la Parroquia Visitación de Nuestra Señora hasta su capilla situada en el barrio de San Blas. La destacada participación de la Agrupación Musical de Argamasilla de Calatrava añadió un toque emotivo, fusionando el pasado y presente en cada nota musical.

Al llegar a la capilla de San Blas, la localidad se congregó alrededor de una hoguera, donde se compartieron momentos de convivencia al igual que lo hicieron generaciones anteriores. Refrescos, limonada y alimentos se ofrecieron como símbolos de una tradición arraigada que ha perdurado a lo largo del tiempo.
Este momento especial también sirvió para recordar la rica historia de la antigua iglesia de San Blas, que se remonta a la época de la invasión mora en la península ibérica. Originariamente fue una mezquita durante la reconquista, que posteriormente se transformó en una capilla hospital llamada Nuestra Señora de la Rosada, para luego ser conocida como Rosario, otorgando su nombre a la calle que conocemos ahora. A pesar de los desafíos durante la guerra y el posterior derribo en los años 60 para construir una escuela, la Capilla de San Blas se mantiene como un valioso patrimonio cultural que conecta el presente con sus raíces históricas.
La veneración exacta de San Blas no tiene una fecha precisa registrada, pero se tiene conocimiento de que en 1763, los Veracruz asumieron la responsabilidad de cuidar la capilla. En aquel tiempo, el calvario se situaba a la entrada del pueblo, donde se encuentra actualmente la rotonda en la carretera de Aldea del Rey, acompañado por la imagen de María de la Soledad. Hoy en día, la Capilla de San Blas ocupa un lugar destacado en la calle Rosario, trazando su ruta característica el Sábado Santo, con el recorrido de la imagen de María de la Soledad, fusionando la tradición ancestral con la celebración contemporánea.

La bendición de la capilla en 1981 marcó un hito que resuena en el presente, y la posterior creación de la hermandad religiosa en junio de 2015 consolidó su papel como un lugar de devoción y cultura en Argamasilla de Calatrava. La imagen de San Blas, confeccionada con pasta de madera de Olot, cristal y policromía, es un testimonio tangible de la fe y devoción que ha perdurado a lo largo de los años. Este año, la hermandad de San Blas, ha recibido la donación de un nazareno de madera y barro policromado que ha enriquecido aún más el patrimonio religioso, fusionando la historia con las nuevas contribuciones.
Argamasilla de Calatrava, una vez más, ha demostrado su arraigada conexión con sus tradiciones y su devoción a San Blas, consolidando este evento anual como un punto culminante en el calendario local que trasciende el tiempo y que se sigue escribiendo con cada celebración.
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