El pasado 29 de enero, los vecinos de Argamasilla de Calatrava se reunieron en una emotiva celebración para conmemorar el Santo Voto, una tradición que se remonta al siglo XIV. La jornada estuvo marcada por actividades significativas que fortalecieron los lazos vecinales y rindieron homenaje a la historia local.
La tradición del Santo Voto en Argamasilla de Calatrava se remonta alrededor del siglo XIV, posiblemente al año 1343, después de una epidemia desoladora que cesó un 29 de enero sin nuevas defunciones. La promesa asociada consistía en cocinar una caldera de comida bendecida por el párroco y compartiéndola entre los vecinos. Además, se reunían grandes cantidades de leña para hacer hogueras, alrededor de las cuales los vecinos se congregaban, compartían aperitivos y confraternizaban. Y así, desde entonces, se ha mantenido la tradición en la localidad.
Volviendo al día presente, y después de seguir fielmente la tradición, al finalizar la comida entre todos los vecinos asistentes, por la tarde se llevo a cabo la misa conmemorativa, seguida por una procesión que recorrió las calles del barrio con la imagen de Santa Julita y Quirico. La celebración se impregnó con las armonías de la banda musical de Argamasilla de Calatrava, la cual enriqueció con sus notas la solemnidad de la ocasión.
El día del Santo Voto culminó con una hoguera, simbolizando la continuidad de esta antigua tradición. Los vecinos compartieron momentos de unión alrededor del fuego, y el reparto de chocolate y rosquillos añadió un toque dulce al final de la jornada.
Esta festividad anual no solo honra el pasado de Argamasilla de Calatrava, sino que también destaca la unidad y la tradición arraigada en la localidad. El Santo Voto se mantiene como un testimonio vivo de la rica historia de este lugar, y la participación entusiasta de los vecinos garantiza que esta tradición perdure en el tiempo.
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