Un año más, la Plaza de los Santos Mártires ha acogido la celebración del Santo Voto en honor a Santa Julita y San Quírico, una de las tradiciones más antiguas de la provincia, con origen documentado en 1343. La jornada ha reunido a vecinos y devotos para rendir tributo a los santos con el tradicional guiso de patatas con bacalao, repartido entre los asistentes en un acto cargado de historia y fe.

El alcalde de Argamasilla de Calatrava, Jesús Ruiz, ha destacado la importancia de esta festividad, subrayando su valor patrimonial y su arraigo en la comunidad. “Sin duda, es la tradición más antigua de Argamasilla de Calatrava y una de las más antiguas de la provincia. Desde 1343 se celebra este Santo Voto a los Santos Mártires, y afortunadamente un año más podemos estar aquí en esta plaza disfrutándolo”, expresó.
La diputada provincial y alcaldesa de Calzada de Calatrava, Gema García, que acompaño el acto, destacó la importancia de preservar este tipo de tradiciones que unen a los pueblos de la comarca y refuerzan su identidad cultural: “Es un honor compartir con los vecinos de Argamasilla de Calatrava una celebración con tanta historia y significado. Tradiciones como el Santo Voto son un reflejo de la fe, la solidaridad y el arraigo de nuestras comunidades, y es fundamental seguir apoyándolas para que perduren en el tiempo”.

Sobre la organización del evento, el Jesús señaló que la comida se prepara en calderas de 75 litros, sumando en total unos 150 litros de guiso, lo que supone más de 200 raciones repartidas. Además, resaltó el apoyo del Ayuntamiento a la Hermandad de los Santos Mártires y a las hermandades de barrio en general: “Económicamente les ayudamos para cubrir sus gastos y también proporcionamos recursos como leña, arena, protección civil, policía local y operarios municipales, garantizando que estas tradiciones tan bonitas no se pierdan”.
Por su parte, Elizabeth Fernández, secretaria de la Hermandad y encargada de la elaboración del guiso desde hace 17 años, detalló el proceso de preparación de este plato emblemático: “Lleva patatas, bacalao, cebolla, ajos y pimientos secos. La tarde anterior las mujeres del barrio se reúnen para preparar los ingredientes y al día siguiente se cocina todo en capas en las calderas. Cuando la patata manda, el guiso está listo”. Según explicó, se emplean aproximadamente 150 kilos de patatas, 16-17 kilos de bacalao y entre 5 y 6 kilos de ajo y cebolla. También resaltó la importancia de la devoción popular, señalando que cada año alguna vecina del barrio sufraga los ingredientes en agradecimiento a los santos por alguna petición concedida.

Silverio Recuenco, historiador De los Santos Mártires, recordó el origen de esta festividad, que se remonta a hace casi 700 años, cuando una peste asoló el pueblo y los vecinos se encomendaron a Santa Julita y San Quírico para que intercedieran y pusieran fin al sufrimiento. “Un 29 de enero dejó de morir gente, lo que fue interpretado como un milagro. En agradecimiento, se instauró la tradición de repartir comida entre los más necesitados, y desde entonces se ha mantenido hasta hoy”, explicó.
Aunque la tradicional procesión de los santos no pudo llevarse a cabo debido a la lluvia, la celebración continuó con la solemne misa en la ermita de los Santos Mártires, que contó con una gran participación de fieles. Para completar la jornada, la hermandad organizó un reparto de chocolate caliente y rosquillos a cambio de un donativo, manteniendo así el espíritu solidario de esta festividad.

Además, Recuenco adelantó que el 16 de junio se conmemorará otra festividad en honor a Santa Julita y San Quírico, coincidiendo con la fecha de su martirio en el año 305: “Este barrio tiene dos fiestas anuales, no nos privamos de nada”, bromeó.
El Santo Voto de Argamasilla de Calatrava, con su mezcla de fe, historia y tradición, sigue siendo un símbolo de identidad para sus vecinos y un ejemplo de cómo el fervor popular ha sabido mantener viva esta celebración a lo largo de los siglos.
Vídeo, fotografías y texto por David Gil
